Claramente, el tema de cómo completar proyectos grandes de forma efectiva es un tema de interés para estudiantes, emprendedores y académicos, ya que ¿qué es un trabajo o proyecto de investigación sino un gran proyecto? Pero va más allá de eso. Aquellos que han completado al menos uno o dos proyectos importantes impulsados por la pasión, ya sea empezar su propia empresa, escribir un libro o establecer una organización internacional sin ánimo de lucro, son las personas más felices y con éxito que he conocido.
Todas estas personas entran dentro de la categoría de lo que llamaríamos “hacedores”, personas que son capaces de convertir sus sueños y objetivos en realidad, y la pregunta que quizá nos hacemos todos nosotros es: «¿Qué distingue a un hablador de un hacedor?» Es decir, ¿qué distingue a una persona con grandes ideas de una persona que pone esas grandes ideas en práctica?
Hay un sin fin de respuestas para esto, pero quizá algunas de las más interesantes son:
1. Las personas que hacen las cosas tienen un fuerte compromiso consigo mismas. No quieren decepcionarse a sí mismos. La principal motivación para tener éxito proviene del interior, más que de fuentes externas. Es no cumplir las promesas que nos hacemos a nosotros mismos («Vaya, creo que voy a dejar de fumar este mes» o «Vaya, me voy a apuntar al gimnasio este mes»).
2. Aspiran a ser «suficientemente buenas». Un principio clave del espíritu empresarial es «lo suficientemente bueno». Si nuestro objetivo es ser «perfectos», el futuro puede parecer demasiado lejano y puede ser difícil empezar.
3. Están preocupadas por el futuro inmediato: «, ¿cuáles son los próximos pasos?» preguntan al final de las reuniones. Es tentador detenerse en el presente o fantasear con el futuro, pero las tareas procesables durante las próximas 2 a 4 semanas son esenciales.
4. Las personas que cumplen «sueñan» y «hablan» como todos los demás, pero comparten sus sueños e ideas con los demás. Introducimos otro mecanismo de rendición de cuentas al compartir nuestras intenciones con otros. En mi opinión, el hábito de acción es un hábito aprendido, no una parte permanente de una «personalidad exitosa».
Hasta cierto punto, creo que una parte del pastel con respecto a los «hábitos de acción» tiene que ver con ese futuro a corto plazo. Pero hay otro lado. Específicamente, ser capaz de 1) priorizar tareas en función de la importancia en lugar de la urgencia, y 2) completar tareas de alta prioridad a diario.
Esto puede sonar ridículo, pero la característica más importante de los hacedores es que superan su miedo y dan el primer paso. 3. Ser honestos con nosotros mismos. 4. Rodearnos de personas inteligentes y trabajadoras. 5. Trabajar duro y de forma constante durante un largo período de tiempo. 6. Hacer una lista de tus metas y anótalas. 7. En una base anual, si no trimestral, comparar los resultados reales con los resultados proyectados y anote por qué nos desempeñamos mejor o peor de lo esperado. (Esto es fundamental) 8. No saltar de un proyecto a otro.
Es casi seguro que tomará 5 años construir algo de valor significativo. piensa en una buena idea y luego ejecútala. Si no funciona de inmediato, si la idea central es sólida, sigue adelante.

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