El libro puede recordar a hábitos atomicos por James Clear, pero en este caso se centra sobre todo en cómo crear hábitos lo más pequeños posibles que podamos incorporar y mantener.
¿Cuántos de los objetivos para este año llevas cumplidos? O más bien, ¿Cuántas de tus metas para este nuevo año has empezado?
Al empezar el año siempre tenemos un montón de cosas que queremos hacer. Queremos ir más al gimnasio, ganar más dinero, conseguir pareja, perder peso….
Y al comenzar el año la verdad es que logramos parte de ello. El primer día vamos al gimnasio, nos saltamos el postre, e incluso empezamos un curso para aprender algo nuevo. El problema es que esto no dura.
Nos saturamos, nos sentimos abrumados por la cantidad de trabajo y no conseguimos cumplir con lo que deberíamos. Eso hace que nos sintamos peor, y que al final lo dejemos todo.
Pero no tiene porqué ser así, y en su libro el autor nos muestra cómo reducir la probabilidad de que esto pase.
Empieza por crear pequeños hábitos
El problema que solemos tener, es que hacemos demasiadas cosas a la vez y ninguna avanza tanto como nos gustaría y acabamos quemados.
Es normal, porque cuando nos ponemos un objetivo, lo que queremos es llegar a esa meta que mencionamos. Queremos tener exactamente eso y lo antes posible.
Por lo que ver como cada dia estamos avanzando a velocidad de tortuga puede hacer que nos frustramos, y mucho, y que al final lo dejemos
Pero si cambiamos nuestra perspectiva y nos centramos en crear hábitos diarios que nos permitan llegar a esos objetivos finales, todo cambia.
Por ejemplo, si tu objetivo es convertirte en un escritor, en vez de obligarte a escribir un libro nada más empezar, empieza por escribir 2 paginas al dia.
No importa lo mal que sean, solo centrate en escribir aunque sean 2 paginas al dia. Si haces eso es mucho más probable que al final de 3 meses tengas un libro, que te fuerza a sentarte y escribirlo todo de golpe el primer día.
Céntrate en usar la energía que tienes al principio de cada año para crear hábitos porque esa energía viene de fuentes externas y con el tiempo se agota.
La energía puede venir de lo que llaman:
Revelaciones:
Son situaciones o circunstancias que hacen que queramos cambiar, que lo necesitemos. Nos dan grandes cantidades de energía y son increíbles como primer impulso para empezar. El problema es que se van tan rápido como vienen.
Cambios de circunstancias:
Con esto nos referimos a los cambios como puede ser que porque es primavera decides ir caminando y te sirve para hacer deporte, pero en cuanto llega el invierno tienes excusa para no hacerlo.
Son cambios que ayudan pero que no duran y que no podemos controlar, nos dan una excusa para no hacer las cosas
Ambos tipos de cambio acaban perdiendo efecto a la larga, pero el truco está en entender eso y usarlos para crear hábitos que hacemos a diario y que nos permitan llegar donde queremos.
Si consigues convertirlos en hábitos los hagas sin pensar y gracias a eso irás avanzando cada día sin falta.

Descubre nuestros mejores artículos en tus redes favoritas

Domina lo mejor de lo que otras personas han descubierto
Únete a Nuestra Newsletter y descubre las mejores ideas, conceptos y prácticas de una amplia gama de disciplinas.


Tendemos a evitar verdades incomodas
¿Hemos visto un avestruz enterrando su cabeza en la arena, o al menos una foto…
Las empresas son instituciones sociales
El economista austriaco Karl Polanyi conectó la psicología y la economía cuando enfatizó la importancia…
Hoy en día, sin embargo, el conocimiento se ha vuelto más accesible, más abundante, más global y más complejo
En 1995, los autores Hirotaka Takeuchi y Ikujiro Nonaka publicaron su influyente libro The Knowledge-Creating…
En lugar de obtener un conocimiento, debemos centrarnos en la práctica del conocimiento.
¿De qué sirve tener conocimiento si no le damos un buen uso? ¿Y qué tipo…
Muchas personas defienden la importancia de una agenda , pero por sí sola no mejorará mágicamente nuestras reuniones
Varios estudios no han podido encontrar ninguna asociación entre la presencia de una agenda y…
Como era de esperar, las expectativas en torno a las reuniones varían de un país a otro
En América Latina, por ejemplo, es bastante común que las reuniones comiencen mucho más tarde…