Modelo Mental del Back-Up o la Redundancia

¿Qué es la redundancia?

La redundancia, el nombre que recibe en varios campos el hecho de tener copias extra de un tipo de información, es decir tener más copias de las necesarias para funcionar. 

En teoría de la información se define esta redundancia como la diferencia entre el número de bits necesarios para transmitir información y el número de bits totales, por lo que podríamos pensar que la redundancia implica un “derroche”, pero tener copias de seguridad es en realidad algo necesario.

La redundancia en distintos contextos

Este fenómeno se puede aplicar tanto al campo de la ingeniería, en el que se considera imprescindible tener duplicados de los componentes críticos de un sistema, también conocidos como back-up o fail-safes, o para mejorar el funcionamiento de los sistemas de forma que a veces tener copias extra puede mejorar el rendimiento.

Un ejemplo sería la producción de un puente. David Dodd usa el ejemplo de los puentes para presentar la importancia de la redundancia, “Creamos puentes por los que puedan pasar camiones de 30 mil libras, para que en realidad puedan pasar camiones de 10 mil libras. Esa es la forma en la que debemos crear un puente”

El fenómeno también se puede observar en el campo de la biología y sirve no tan solo para asegurarnos de que pueda funcionar el sistema aun cuando tenga algún tipo de mutación, de forma que se dice que nuestro sistema de codones, el “idioma” que se usa para producir proteínas, es redundante de forma que se puede reducir la probabilidad de que se produzca una mutación dañina.

La redundancia a nivel de genes también sirve para crear variabilidad e introducir la posibilidad de “mejorar”. 

Al tener más de una copia de genes esenciales para el funcionamiento, se puede “experimentar” con alguna de las copias sin que afecte a la vida del individuo, y gracias a esto se puede crear variabilidad que en un futuro podría permitir una mejora de la supervivencia. Otra razón también relacionada con la anterior es que tener más de una copia nos permite modificar una de ellas y ver cómo afecta a los cambios en la eficiencia del sistema.

De esta forma, podemos ver que el fenómeno de redundancia es algo que se puede observar tanto a nivel de seres vivos como a nivel de tecnología que creamos, y por lo tanto podemos entender porque sería interesante tenerlo en cuenta en nuestro proceso de toma de decisión, para aumentar la resiliencia de nuestros sistemas.

“La fiabilidad que importa no es la simple fiabilidad de uno de los componentes de un sistema, sino la fiabilidad final del control total del sistema” por Garret Hardin

Efectos de la redundancia

Lo primero que tenemos que entender es que la esencia de usar la redundancia no se basa en hacer copias completas de todos los sistemas en caso de que fallen, aunque esto podría ser una gran idea si nuestro objetivo es simplemente conseguir que hagan su función, deja de ser tan buena idea si tenemos en cuenta la inversión de recursos asociada a ello.

De esta forma al considerar si la redundancia merece o no la pena, debemos considerar los factores asociados a la misma:

  • Incremento de la complejidad
  • Incremento del gasto de recursos
  • Incremento de comportamiento de mayor riesgo
  • Incremento del fenómeno de difusión social

Incremento de la complejidad

Por definición introducir redundancia en un sistema implica aumentar la complejidad del mismo, y con un aumento de la complejidad se produce un crecimiento del riesgo asociado a que funcione el proceso. 

Esto puede deberse a interacciones inesperadas entre los componentes, que puedan llevar a errores de todo el sistema.Cuantos más componentes haya mas facil sera que alguno falle, y más nos costará saber cual es el problema real. 

Esta es la razón por la que escribir un buen código significa escribir únicamente lo necesario para que funcione y organizarlo de forma que podamos saber donde ha ocurrido el error en caso de encontrarse un bug.

Otro ejemplo es el caso de los aviones. Los creadores de los aviones han de tener en cuenta no solo que poner más motores pueda aumentar la probabilidad de mantenerse en el aire en caso de que uno de ellos falle, sino también la probabilidad de que alguno de ellos tenga problemas y afecte al resto. Tener más no siempre implica que se reduzca el riesgo.

El truco de la redundancia está en maximizar la probabilidad de seguridad sin tener que maximizar el grado de complejidad del sistema.

Incremento de comportamiento de mayor riesgo

Otra forma en que la redundancia puede ocasionar problemas, es entre la interacción entre persona y objeto. Cuando una máquina ha de hacer algo, y vemos que lo puede hacer una vez, podemos estar seguros de que seguirá cumpliendo con una exactitud parecida a la inicial.

Pero en el caso de las personas, a veces saber que existen sistemas de protección en caso de errores, puede llevar a que tengan un bias hacia el optimismo, sesgo optimista, que les lleve a tomar más riesgos de los necesarios y por lo tanto aumentar la probabilidad de que haya fallos.

Este efecto se ve exacerbado por el efecto del estrés y la presión que se pueden sentir a nivel laboral, sea por presión de grupo, presión por parte de la dirección de la empresa, o presión por parte personal por ambición o por miedo a fracasar. Todas estas condiciones llevan a que en todo momento la seguridad esté en balance con la presión de conseguir el máximo posible en el momento sin importar la visión a largo plazo.

Un triste ejemplo de esto es como el desarrollo de leyes que obligan a poner “tapas a prueba de bebés” en medicamentos como las aspirinas, han llevado a que los padres tengan menos cuidado y con ello que aumente el número de envenenamientos e infantiles.

Incremento del fenómeno de difusión social

Esta forma de incrementar los problemas asociados nace no de los problemas del sistema en sí, sino de los problemas de las personas que han de asegurarse de que el sistema funcione. 

Se ha visto que la fiabilidad de una persona o grupo se reduce cuando hay un exceso de personal dedicado a una tarea. Esto se debe a que tendemos a asumir que otros se harán cargo de la tarea o los problemas, o que simplemente estarán más atentos y que por lo tanto podemos reducir nuestro esfuerzo.

Esta es la razón por la que se suele decir que trabajar en grupos de dos permite un reparte relativamente equitativo del trabajo, mientras que trabajar en grupos de tres implica que siempre habrá alguien que haga menos.

Uno de los principales problemas a nivel de las organizaciones es exactamente este fenómeno debido a que lleva a que se vayan acumulando errores poco a poco en un campo en el que realmente no existe redundancia real, no todos vamos a trabajar con la misma ética y disciplina y por lo tanto si asumimos que otra personas hara mejor el trabajo y lo hacemos a medias, lo único que conseguiremos es que la otra persona lo haga de la misma forma y se acumulen problemas.

En el caso de los objetos la redundancia no es problema debido a que cumplen su función perfectamente haya o no una copia de seguridad, pero en el caso de los humanos asignar demasiados recursos, en forma de personal, a una tarea simplemente hará que esta aumente la probabilidad de fallar o tener errores y el gasto asociado.

Para evitarlo debemos intentar asignar únicamente el personal necesario para cada tarea y asegurarnos de que están cumpliendo con una serie de normativas de seguridad. De la misma forma que en los laboratorios existen normativas como las de “las buenas prácticas de laboratorio”, deberíamos crear checklists con normativas para nuestros proyectos.

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