Los beneficios del mindfulness

Una vez que hemos empezado a vivir en el momento; encontraremos que creamos empezamos a notar cosas que antes pasaban desapercibidas. De forma natural reduciremos la velocidad, prestaremos atención y tomaremos nota del presente. Pero se necesita trabajo para llegar a este punto. 

Podemos pensar en la atención plena como un músculo y en la meditación como nuestro entrenamiento. Cuanto más practiquemos la meditación, más momentos espontáneos de atención plena experimentaremos . 

El mindfulness, es la capacidad de dejar de ser distraídos por nuestro flujo constante de pensamientos y recuperar el control de nuestra atención. Esto significa que practicar mindfulness es básicamente evitar ser distraído por nuestros pensamientos y entender dónde estamos exactamente y qué estamos haciendo. Y esto requiere una fuerte conexión mente-cuerpo.  

Una técnica fundamental de meditación es la meditación de exploración corporal. Para hacerlo, podemos empezar por tumbarnos, y concentrarnos en la respiración. Permitiendo que los pensamientos pasen por nuestra mente sin detenerse en ellos. Cuando estemos listos para empezar podemos dirigir toda nuestra atención a los dedos de nuestro pie izquierdo. 

Esto se hace de la misma forma que hemos aprendido a concentrarnos en nuestra respiración. Debemos concentrarnos en los dedos del pie izquierdo y permitir que nuestros pensamientos pasen a través de nosotros, observando  las sensaciones que estamos experimentando en cada dedo del pie, incluso si esas sensaciones son entumecimiento o incomodidad. 

Debemos estudiar estas sensaciones sin juzgar. Finalmente, ver si podemos dirigir nuestra respiración hacia los dedos del pie izquierdo. Ahora que hemos hecho una pausa en los dedos del pie izquierdo para respirar un poco, podemos pasar a centrarnos en la pierna. 

El objetivo es ir repitiendo este proceso, y deliberadamente, para cada región de nuestro cuerpo. Una vez que hemos practicado la técnica de exploración corporal, es hora de volver nuestra atención a las diferentes emociones en todo nuestro cuerpo. Por ejemplo, podemos sentir vergüenza en las orejas, miedo en la punta de los dedos o calma en los hombros. 

De la misma forma que dirigimos nuestra respiración a los dedos de nuestro pie izquierdo, experimentemos dirigiendo diferentes energías, a las regiones que las necesitan. La práctica regular de la meditación de exploración corporal nos entrena para estar en nuestro cuerpo y retomar el control.

Descubre nuestros mejores artículos en tus redes favoritas

Domina lo mejor de lo que otras personas han descubierto

Únete a Nuestra Newsletter y descubre las mejores ideas, conceptos y prácticas de una amplia gama de disciplinas.