El Pensamiento de Segundo Orden y el Premortem

Nuestros sesgos cognitivos y nuestro conocimiento limitado son dos de las causas principales del peligro de las consecuencias de segundo orden. Solemos pensar únicamente en nuestros objetivos y los resultados ligados a conseguirlos o no, pero somos prácticamente ciegos ante todo lo que no tenga una relación directa.

Reducir el riesgo asociado a los sesgos cognitivos requiere esfuerzo y cambiar nuestra metodología. Requiere usar distintas perspectivas para considerar no solo lo que nos interesa, sino cómo afectan nuestras acciones en otras direcciones. 

Para ello, debemos desarrollar distintos tipos de modelos mentales que nos permitan cambiar nuestra perspectiva, así como experiencia a través del estudio de la historia.

Una técnica que responde a esto y se usa en la actualidad es la de premortem.

El premortem es una práctica por la cual nos imaginamos el peor caso posible, que falle un proyecto y empezamos a identificar las posibles causas de esto. Ponernos en la situación de que ha fallado, permite despertarnos y ponernos en modo de buscar soluciones y posibles problemas, algo que rara vez pasa antes de hacer un proyecto.

Hacer este ejercicio nos permite tener una idea más sólida, a través de trabajar los posibles problemas y crear soluciones antes de que sean necesarias. Usando esta técnica también podemos hacer un mejor uso de nuestra energía, a través de detectar proyectos o ideas que no merece la pena hacer debido al número de problemas asociados.

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