El ego, hace referencia a nuestra tendencia a poner nuestro bienestar y posición por encima a la hora de tomar decisiones. Este ego nace de nuestro deseo de sobresalir, o conseguir posición a nivel social, y por lo tanto la esencia que controla el ego son las inseguridades que tenemos a nivel personal.

Aunque a simple vista el ego pueda parecer inofensivo, como comenta Ryan Holyday en su libro de “El Ego es el Enemigo”, la realidad es que el ego puede llevarnos a tomar malas decisiones con gran facilidad, porque lleva a que perdamos de vista que lo importante es conseguir lo que buscamos, y no tanto quien lo consiga o como.

De forma que el ego hará que elijamos aquellos proyectos en los que podemos “mandar”, también hará que intentemos empujar nuestros intereses sin tener en cuenta lo que es realmente necesario para conseguir algo, y es por lo tanto uno de los principales problemas en el campo del management y el liderazgo.

Debido a esto existe una infinidad de cursos y libros que buscan ayudarnos a identificar muestras innecesarias de este ego, al igual que formas de evitar su efecto. Unos de los consejos más típicos para evitar el efecto del ego es el de usar preguntas para descubrirlo.

3 Preguntas para Reducir el Efecto de Nuestro Ego:

¿Cómo ayudará esta decisión a que vaya mejor para la organización?

Esta pregunta nos obliga a salir de la mentalidad típica de buscar como sacar mas de cada situación, y nos permite volver a lo que importa, que es la visión a largo plazo y por lo tanto la capacidad de permitir que la empresa haga lo que busca hacer y lo que por lo tanto permitirá que genere valor, sea competitiva y siga creciendo.

Por eso es importante empezar siempre por el porqué, como suele comentar Simon Sinek, porque de ello dependerá que podamos crear un equipo en el que lo primero es el objetivo común y no las metas individuales de cada uno.

El objetivo de los proyectos es mejorar la organización, no mejorar el currículum del manager.

¿Cómo afectará la decisión a los empleados?

No tener en cuenta el objetivo real de la empresa, ni cómo afectará una decisión a los empleados, hará que nuestros equipos piensen que simplemente lo estamos haciendo para conseguir algo nosotros, y por lo tanto llevará a que a la larga pierdan el deseo de trabajar. 

Además se considera que es una de las principales razones por las que los equipos suelen perder talento, ya que usar tus habilidades para potenciar la posición de otra persona que no demuestra que le importes es una receta para la frustración.

Por lo que si queremos que algo tenga éxito, y para el éxito hace falta juntar esfuerzo y dedicación, debemos demostrar que merece la pena que los empleados hagan esta inversión.

¿Cómo nos afectará la decisión?

El ego de por si no es malo, es la razón por la que estamos dispuestos a poner disciplina y esfuerzo para lograr algo, pero siempre hay que asegurarse de que no esté en exceso, porque en ese momento se vuelve tóxico y hace que perdamos de vista lo necesario para conseguir nuestros objetivos.

El objetivo de esta pregunta es forzarnos a poner los beneficios a nivel de la empresa y los beneficios a nivel personal y ver hasta qué punto realmente lo estamos haciendo por nosotros y hasta qué punto realmente lo estamos haciendo porque es la mejor decisión para el proyecto.

Si la decisión solo nos beneficia a nosotros, es momento de que demos la vuelta y reconsideremos todo.

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