El ego no es el enemigo

El ego se suele tratar como un enemigo. Nos lleva a actuar de forma ilógica, según nuestras emociones, y esto muchas veces acaba causando problemas. Basado en esto, se ha predicado que el ego es el enemigo, pero esto no es cierto.

Sin duda el ego puede llevarnos a tomar malas decisiones, pero sin el ego no tendríamos mucha de la energía que nos mueve. Sin él, aunque podríamos vivir más tranquilos, tampoco tendríamos el avance tan rápido que estamos viendo a nivel tecnológico y social.

El ego nos lleva a desear cosas, a asumir que somos mejores de lo que somos realmente, y a no darnos por vencidos cuando nos damos cuenta de que quizá no era tan fácil como creíamos. Todo esto es lo que permite el avance de la sociedad. 

Son estos momentos de proponernos retos increíbles y enfrentarnos a ellos paso a paso. Son los momentos de no rendirnos cuando todos dicen que estamos equivocados, son los momentos de seguir adelante sin importar la dificultad y crear nuestro propio camino.

El ego sin duda puede tener sus peligros, y causar problemas. Pero sin el ego no estariamos donde estamos, y sin el ego seria poco probable que hiciesemos mas que comer, tener sexo, y hacer alguna tarea monotona.

Quizá deberíamos tomarnos el ego como si fuese un veneno. Todo medicamento cuando consumido en exceso es un veneno, pero si lo tomamos en las dosis y contexto adecuados, se convierte en la clave para salvarnos.

El ego es un gran impulsor, nos permite generar energía de la nada. Pero una vez hemos decidido un camino en el que embarcarnos, el ego ha de tomar una posición secundaria, y debemos darle el control a nuestra parte racional. Si somos capaces de convertir el ego en el motor del sistema llamado ser humano, tendremos una fuente de energía interminable.

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