El Alzheimer y ¿Qué es la memoria semántica?

La mayoría de nosotros recordamos nuestras vidas como historias, y estas historias forman lo que entendemos como nuestro <<yo>>. Los pacientes de Alzheimer pierden la capacidad de recordar estas historias, al perder sus recuerdos, y las consecuencias pueden ser desastrosas. Un tipo especial de memoria semántica, según el neuropsicólogo Robin Morris, almacena los datos y las nociones que tenemos de nosotros mismos en un «sistema de autorrepresentación». 

La memoria semántica se refiere al conocimiento general del mundo que acumulamos a lo largo de nuestras vidas, y es por lo tanto el término científico que usamos para referirnos a “la historia que crea nuestro concepto del <<yo>>”. Este conocimiento general (hechos, ideas, significado y conceptos) se basa en la experiencia y la cultura.

La memoria semántica se diferencia de la memoria episódica, que es nuestro recuerdo de experiencias y hechos concretos que ocurren a lo largo de nuestra vida y que podemos recrear en cualquier momento.

Podemos aprender sobre nuevos conceptos aplicando lo que hemos aprendido en el pasado. Tanto la memoria semántica como la memoria episódica son tipos de memoria explícita (o memoria declarativa), que es la memoria de hechos o eventos que pueden recordarse conscientemente.

Por ejemplo, la memoria semántica puede almacenar información sobre qué es un gato, mientras que la memoria episódica puede almacenar un recuerdo específico de acariciar al perro de un amigo. 

Nuestro concepto del yo, y por lo tanto nuestra memoria semántica esta repleta de recuerdos episódicos, o recuerdos de eventos concretos, que luego se entretejen en nuestra narrativa. Los cerebros de los enfermos de Alzheimer son incapaces de llevar a cabo este proceso. 

Se cree que esto puede estar relacionado con la función del hipocampo, porque los resultados de extirpar el hipocampo del cerebro de un paciente fueron similares a los de los pacientes con Alzheimer. 

Y algo que se ha aprendido en los últimos años es que aunque podemos perder esta sensación de quién somos y hacia donde vamos, se ha visto que muchos pacientes de Alzheimer siguen manteniendo parte de sus recuerdos. En concreto, son capaces de “recordar” aquellas memorias que se han convertido en hábitos o instinto, aquello que han hecho tanto que se ha incorporado a quien son. 

Por ejemplo, escribir es algo que hacemos con regularidad, y “los recuerdos” de como hacer estas actividades parecen almacenarse en zonas a las que no suele afectar esta patología. Por ejemplo, Anil Ananthaswamy menciona el caso de un paciente, que no podía hablar,  que durante una festividad judía, se unió a otros hombres en una sinagoga para el rezo. Podía recitarlo con facilidad, gracias a los años que había pasado participando en este mismo ritual. 

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