Albert Einstein el maestro de los experimentos mentales

Albert Einstein usaba los experimentos mentales de forma frecuente, como una forma de superar sus propios así como una forma de sobreponerse a las limitaciones tecnológicas del momento.

Usarlos, nos permite resolver problemas con la intuición y la lógica que no se pueden demostrar físicamente. Uno de los ejemplos de la utilidad de esta metodología es el siguiente:

Imaginemos que estamos en un ascensor cerrado, con los pies pegados al suelo. En ausencia de cualquier otra información, 

¿Hay alguna forma de saber si el ascensor esta en el espacio exterior con una cuerda tirando de el hacia arriba acelerando, o si simplemente estamos en la Tierra, siendo arrastrados hacia abajo por la gravedad? 

El resultado de este experimento mental, es que no podríamos diferenciar las dos situaciones.

Esto le llevó formular la teoría general de la relatividad, su teoría universal sobre el comportamiento de la gravedad. 

La hipótesis de Einstein era que la fuerza que sentimos por la aceleración y la fuerza que sentimos por la gravedad no solo parecen iguales, sino que lo son.

La gravedad debe funcionar de manera similar al ascensor unido a un vehiculo que acelera. No podemos construir ascensores en el espacio, pero podemos definir algunas de las propiedades que tendrían si pudiéramos.

Esto nos da suficiente información para probar la hipótesis. Eventualmente, Einstein lo resolvió todo matemáticamente pero comenzó con un simple experimento mental, imposible de hacer en términos prácticos. De la misma forma, nosotros podemos aplicar experimentos mentales para solucionar los problemas que nos encontremos, siempre y cuando seamos capaces de dividir el problema en sus elementos básicos y entender la esencia de cada uno

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